Artículo sobre la tauromaquia
“Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden”
Resulta
indignante que en un país que se autodenomina a sí mismo como “desarrollado” se
realicen prácticas que maltraten a los animales. Y no, toreros, lo vuestro no es
cultura, lo vuestro es asesinato y humillación pública.
Pero si
hay algo peor que realizar actos de tortura, son todos aquellos cómplices que
miran despavoridos mientras clavan, matan y cortan la oreja a un animal
indefenso. Son muchos los cuñados de primera que defienden la
tauromaquia como máximo símbolo de la “nación española”. Esto es tan
ridículo como odioso, hay millones de españoles que no se sienten identificados
con esto, incluso les resulta humillante de cara a otros países.
Pero
cuando una práctica tan atroz como esta está dentro de la legislación española,
¿cómo podemos hacernos llamar “humanidad”? Son muchas personas (cada vez
menos), las que defienden que la tauromaquia es cultura y que además
ayuda a la economía del país, ¿vamos a poner por encima el dinero a la tortura
(práctica que se abolió hace mucho)?
Si es
así, no podemos hacernos llamar “humanidad”, ya que ello implica un cierto
grado de empatía, además de con otras personas, con otras especies.
Y hablando de este último término, el especismo es una de las causas por las cuales se
sigue realizando esta práctica, y que hace creerse a la especie humana superior
a las demás. Esto está presente en todos los aspectos cuotidianos de nuestra
vida. La verdad es que resulta asustadizo en un mundo cada vez más “hecho
mierda”
Aterrados.
Así es como se quedan los turistas cuando viven en sus propias carnes una
corrida de toros. Y es que la mayoría de extranjeros acuden a la “fiesta
nacional” por simple curiosidad.
En
resumen, la tauromaquia resalta los rasgos más característicos del hombre
del 'cromañón'. Con lo que no se puede vivir en un mundo progresista mientras
siga existiendo la tauromaquia, y es deber de los ciudadanos manifestarse en
contra de lo que dice la ley.
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